Así me siento

Remecida.
Remecida en lo más profundo de mi corazón. De ver a mi Concepción querido resquebrajado. De ver niños llorar de miedo en la tele.
Me siento con miedo constantemente y mi corazón por la noche se dispara cuando siento que tiembla.
Me duele el cuerpo de tanto andar apretada, de tener pesadillas donde me obligan a cruzar el puente Juan Pablo Segundo, que la puerta de mi casa no cierra-.
No logro disfrutar de las cosas simples porque me siento con culpa de cuando lo paso bien, pensar que hay quienes lo pasan tan mal.
Ansiosa. Llena de flashbacks de la noche del terremoto y de lo cercana que sentí la muerte ese día.

Remecida en la experiencia diaria de vida. Remecida entera.

Está difícil...

...hacer otra cosa que no sea Laurear. Laura por la mañana, por la tarde y por la noche. Laura mientras como, mientras me ducho, mientras cocino.

Igual estoy feliz. Esta demasiado rica y la crianza es así, ya lo sabía: demandante, intensa, insomne.

- Laurita se ríe. Especialmente con el papá. Pato le habla y ella se rie y balbucea. Pato se derrite de amor y yo que me los como a ambos: a Lauri por deliciosa y a Pato por baboso. También se rie con la Mandi y con la Juani. La verdad es que se rie con todos, y conmigo menos. Supongo que será por que sabe que yo estoy ahí. Siempre. No necesita echarme risitas, ¿para qué? mi mamá debe estar. Y está.

- Laurita mañosea: a las 8 de la tarde, religiosamente todos los días. Le da por llorar y llorar. Le doy papa y no quiere, la bañamos. Eso le gusta, le encanta. La sacamos del agua y vuelta a llorar. Una vez lloró y mañoseó hasta las 10 de la noche. El pediatra nos dijo que a esa hora yo tengo menos leche, así que resolvimos llenarle una mamadera con mi leche y dársela. Llora igual, aunque un poquitín menos.

- A Laurita le fascina que le cante: Mi repertorio incluye The Beatles, Inti Illimani y Violeta Parra ("música comunista" como dice el Pato). ¿Las favoritas? She loves you yeah, yeah, yeah, All my loving, PS I love you, La Exiliada del Sur, Vuelvo, El Sacristán, La Jardinera, Run Run se fue pa´l norte.

- Laurita está regalona. Demasiado para mi gusto: Es que Pato la hace dormir en su pecho. Cada vez que puede. Eso quiere decir que desde el viernes al domingo la Lau toca bien poco la cama. Al menor ruidito, el Pato la toma. Obvio que ella cada vez que lo ve, le sonríe, si sabe lo que viene.

- Visitas entretes: Vino la mamá del Pato la semana pasada por el día, junto con dos japonesas. GE-NIAL. La Laurita se encargó de sonreirles y hablarles. Yo me encargué de disfrutar viendo a mi Pato japonesear todo el día. Habló japonés y actuó como japonés. Yo feliz. Me gusta escucharlo hablar ese idioma. De hecho el año pasado le pedí de regalo de cumpleaños que me hablara en japonés todo el día, aunque yo no entendiera. No me pescó. Con las japonesas fuimos a Patronato, pero sin duda lo mejor fue almorzar en un restaurant coreano. Si antes la comida india era mi preferida, ahora es la coreana.

Amo mi vida. Aunque está medio rutinaria y a veces mañoseo yo, igual soy feliz.


Haití

Hace unos días, me sentía completamente disociada respecto a lo que ocurría en Haití. Me daba rabia que me bombardearan de imágenes de miseria, hambruna, vandalismo, destrucción. Especialmente de niños. Yo que estaba disfrutando de mi maternidad, así que cambiaba el canal para mirar cosas más agradables.

Ayer en la noche, en una de mis despertadas con Laurita, vi un reportaje de los orfanatos en Haití. Lloré mientras veía las imágenes de bebés, niños de una edad inimaginable, desnudos, pidiendo comida, pidiendo agua. Miré hacia abajo y vi a mi Laura tomando papa, feliz, calientita, rodeada de amor. Me inundó una pena indescriptible. En especial cuando los médicos chilenos hablaban de lo que más les impresionaba era de la tolerancia al dolor de esos niños y como, luego de acudir a los hospitales de campaña a curaciones de múltiples heridas, no lloraban. Ni se quejaban.

Ahora, con un sueño que me recuerda hace un par de años cuando dormía 5 horas diarias entre trabajo y estudio, tentada de quejarme, se me agolpan los ojos de una niña sentada en una camilla, mientras el médico aseaba una tremenda herida en un pie. Lo miraba a los ojos, sin llanto. Sin pena. Sin dolor. Sin la esperanza de alivio.

Y yo, quejándome porque no dormí de corrido.

Las caras de Lau


En coma lácteo.

Bañándose, mirando al papá.

El primer cara a cara con papá.


Su bostezo delicioso


Otra en coma lácteo.


Su cara cuando está aburrida, tiene caca, calor o hambre.


Cara de maña.
Sin duda, su expresiín más típica, desde el primer día que llegó a este mundo.
Una de las cosas complicadas de la maternidad es tener que lidiar con emociones encontradas, vale decir, que coexisten temporalmente y que hacen que este estado de post natal sea aún más dificil de comprender por quienes no pasan por él.

- Ganas de estar fusionada y pegada a tu guagua, besándola, acurrucándola y al mismo tiempo, de salir a la calle sola, caminar con autonomía, diponer de tu tiempo.
- Querer que tu gente, amigos, familia te llamen a cada rato para saber de ti y al mismo tiempo, ganas de estar sola. Sola sin nadie a tu alrededor.
- Cuando está despierta mucho rato, ganas de que se quede dormida para hacer tus cosas. Cuando está durmiendo, ganas de que se despierte para jugar con ella.

Eso entre otras cosas.

Ayer vinieron amigas del consultorio a verme en la tarde. Como 3 horas acá. Fue exquisito conversar de otra cosa que no fuera guaguas y pañales y enterarme de copuchas. Saber de ellas y dejar a un lado el egocentrismo que a una la invade (y de la cual facilmente se acostumbra). Cuando se pasan semanas donde la gente te pregunta "¿cómo estás? ¿cómo fue el parto?, ¿cómo está Laurita?" es fácil quedarse pegada en la autorefrencia.

Así por estos días. Laurita está cada día más rica.

La Laura suena

Suena cuando come y hace "mmm, haaa, eeee".
Suena cuando duerme "waaaa, emmmm, ggggggg".
Suena cuando le cambian el pañal. "mmmbuaaaa, guaaaa, emmm"

En fin, suena siempre. Me encanta, pero cuando suena en la noche, no me deja dormir. Es decir duermo, pero duermo pésimo.

La maternidad es dura.

Hoy

Amanda no quedó en la PUC. Ni en la Chile. Quedó en la U de Conce, pero no se va a ir. Yo no quiero. Creo que ella tampoco. LLoré yo, lloró ella.

Todavía me pregunto ¿por qué me duele tanto? ¿mi autoexigencia que se la traspaso? Sólo quiero verla feliz. Aunque a veces es imposible no querer estar orgullosa de los logros de ella. ¡Cómo si ella debiera lograr cosas para que YO me ponga contenta!

Quizás este tiempo sea de aprendizaje. Necesario pra ella, necesario para mi. De reflexión, de humildad, de aumentar la tolerancia a las frustraciones. De menos autoexigencia, más apertura, más disfrute. De desarrollar otras áreas, más allá de las académicas.

Por eso, para este 2010 pido:
La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
El valor para cambiar aquellas que puedo.
Y la sabiduría para conocer la diferencia.

Es todo

Es la PSU y el 2010 de la Amanda.
Es dormir a saltos y cada 3 horas horas por las noches.
Es la rutina. La eterna rutina que te da un día sin mayor novedad.
Es la escasa disposición de mi tiempo. Es ducharme mientras duerme, ir al baño apurada.
Es Santiago con sus más de 30 grados que hace que las tardes sean soporíferas, eternas y predecibles.
Es la hipersensibilidad a cualquier comentario, es la lágrima que sale sin control que me deja vulnerable y cansada.
Es no saber qué ropa usar, porque todavía nada me cabe.
Es estar, constantemente, adolorida. La espalda, mis pezones, las piernas.
Es tener hambre y que nada, nada me apetezca.

Pero también es su olor. Olor a nueces, a yogurt de frambuesa. A MI hija. A NUESTRA Laura.
Es mi Amanda y que mientras se arregla para salir, pasa a darle un beso a esta Lau y me la pide de regalo, "mamá por favor, dámela".
Son sus ojos, que cuando se fijan en los míos dejo de sentir hambre, frío o calor. Me sumerjo en el oceano de amor que representa su existencia, sus manos, sus uñas, su piel.
Son mis amigas que me mandan mensajes, me llaman y me felicitan por la llegada de mi segundo sol.
Y es mi Pato. Que con infinita paciencia la acuna, la muda y todavía tiene tiempo para besarme y decirme que estoy hermosa. Que SOY hermosa. Que soporta mis cambios de humor y me inventa paseos y viajes, en un mundo donde todo es posible.
Y son sus abrazos. Esos que me transportan a la tranquilidad que sólo él me sabe dar, y que al final del día, agradezco, porque son la firmeza que necesito para sobrellevar este periodo. y porque nuevamente, de eso, debo estar agradecida.

Postparto

Laurita ya tiene 10 días. Está rica. Pero rica rica. Duerme bien, come mejor, llora cuando se hizo caca o tiene hambre o calor. Ha sido facil ser sus padres. Además tiene un olor... delicioso.

Mi Amanda y la PSU ha sido el foco de mi preocupación. Está en el filo para entrar a Psicología en la Católica o a la Chile. El martes me dijo que si no entraba a ninguna de las dos, iba a trabajar y a prepararse nuevamente. Lloré martes y miércoles. Hubiese preferido que se matriculara en una privada pero ella no, dale que una estatal. Se que es una niña extremadamente responsable y autoexigente, perfeccionista. Las mediocridades no van con ella. Quizás eso me daba rabia. Una amiga me dijo "¿qué te sorprende? Es tu reflejo". No se. El 4 de enero están los resultados.

Todo esto para graficar lo emocional y la mirada superlativa que tengo de la realidad bajo la influencia de las hormona postparto. Lloro con todo. Y más que eso, me he sentido en un estado permanente de angustia que me ha obligado a hacer un trabajo conciente acerca de mis emociones. Detenerme, ser ecuánime, ponderar objetivamente lo que siento.

Basicamente el círculo es el siguiente: angustia - análisis - meta análisis de lo que siento - "cubicación emocional" - tranquilidad. Un agote, I know, pero necesario. El postparto es un periodo intenso y revuelto y las emociones no piden permiso. Emergen. Y debo estar alerta y controlarlas yo, si no nos vamos todos -familia incluida- a despeñadero. Porque una mamá con depre y angustia compromete la salud mental de un sistema completo.

Y Pato. Coincidente con todos los pronósticos, es the best daddy ever. Y un compañero aún mejor. Cariñoso, paciente, comprensivo, conectado. Así, este periodo es más fácil. Y de eso debo estar profundamente agradecida.

At last








Llegaste a este mundo de manera lenta, tomándote todo el tiempo necesario para que tu alumbramiento fuera perfecto. Naciste mientras en Santiago habían 33°C de temperatura y tu papá terminaba de cotizar para Nestlé. Decidiste venir el día antes de la Licenciatura de tu hermana Amanda, haciendo que le importara cada vez menos la entrega del cartón de egresada de 4° medio.
Tu nacimiento fue rodeado de alegría, los médicos hacían chistes diciendo que eras colorina. Al lado derecho mío, estaba Anita, la matrona que hizo todo, realmente todo, para que fuera parto normal. Al lado izquierdo estaba tu papá, equilibrando la cámara entre la emoción y la preocupación de hacerme cariño. Algo más atrás estaba tu hermana Amanda, con su máquina sacando fotos y la boca abierta, sonriendo. Fue a la primera a la que besaste.
Y al fin llegaste. Perfecta. Frágil.
Gracias por permitirnos ser protagonistas de tu llegada a este mundo. Gracias por permitirme ser tu mamá y poder mirar la transformación de la cara de tu papá cuando te abraza y de ver cómo se apaga tu llanto cuando te acuna.
Gracias por darme otro motivo en las mañanas para ser feliz.

¡¡Por fin se viene la Laurita!!

Vimos "La Ola" a las 20 hrs con mi Amanda y mi Pato. Me duché tipo 22:30 y bien encremada, iba a acotarme y splash. Ruptura de membrana.

A la Alemana a las 23 hrs, hospitalizada. Me van a inducir el parto, todavía el útero no está óptimo. Sólo quiero que sea parto normal.

¡¡Quiero que llegues!!

Incertidumbre II

Ahora la incertidumbre se traslada al tema político. Aunque ha sido lejos la elección en la que menos me he involucrado, la cosa está tan peleada que muero de curiosidad. No voté y me excusé (estoy inscrita en Penco), menos mal, porque no hubiese sabido por quien. En todas las otras elecciones mi voto estaba clarísimo, especialmente la de Lagos que hasta salí a celebrar emocionada y con Bachelet que me cayeron las lágrimas. Ahora, Frei por ningún motivo, Piñera menos, MEO que está jugando y Arrate... Arrate podría haber sido.

Ayer estuvimos con amigos compañeros de pega del Pato y su familia en el quincho y la piscina del edificio. Aasadito, hamburguesas y piscineo. Quedé tan cansada que me sentía como si hubiese corrido las 10k de Nike.

Hoy ha sido un día de sentirme extraña. Adolorida, extremadamente somnolienta, con contracciones y dolores raros. Por favor, Laurita, asómate de una vez por todas, porque tu mamá está ansiosa por la espera.

Incertidumbre

Una de las cosas para las que jamás he sido buena es para soportar la incertidumbre. El no saber me genera angustia. No se cómo es la Laurita, no se cuándo va a nacer, no sé cómo me voy a sentir, no se cómo será todo en esa sala de parto.

Ayer tuvimos control con la matrona y el cuello del útero sigue exactamente igual que hace 1 semana. O sea, 1 semana 10 días más. Eso me tiene loca.

Quiero que nazca luego.

Falsa Alarma

El viernes llegamos a la clínica como a las 19:30. Tenía contracciones bien seguidas y como mi umbral del dolor es muy alto, el gine nos dijo que era preferible que me mandaran de vuelta para la casa a que me asistiera el parto un carabinero. Tal cual.

Pero nada. contracciones de braxton hicks normales para esta etapa. Me quedé con las ganas de que Laurita llegara. Pero según los cálculos de la matrona y el estado del cuello de mi útero, como máximo llega el lunes 14.

Ojalá. Porque por dios que prefiero estar falta de sueño por darle papa y cambiarle los pañales a mi niña que la ansiedad que por estos días me invade y no me deja dormir.

37 semanas

Ha pasado el tiempo y ya cada vez queda menos. Ando ansiosa como pocas veces, duermo mal, sueño cosas desagradables con la Laura (que la tengo en el baño, que no le llevo ropa a la clínica y está envuelta en sábanas). Mi guata está grande "pero decente" como me han dicho por ahí, he subido 9 kilos y estoy en esa fase en que tengo que elegir si como o respiro, porque la Laurita me presiona el diafragma y mi capacidad abdominal está reducida a la mitad.

Con Laurita on board en el recital de Perales.

Mi Amandita dio la PSU el 30 de nov y 1 de diciembre y se licencia el 16. Otro foco de preocupación, porque para ese día tendré 39 semanas obviamente quiero estar presente para ese día. Me he sacado la mugre trabajando para educarla y sería bien atroz no poder acompañarla.
Salí de prenatal hace unos días (pseudo prenatal mejor dicho, porque sigo con la consulta y no me pagan ni uno porque soy honorarios) y me he sentido mas reposada, porque los últimos días me cansaba hasta hablar.

Le estoy terminando de pintar un mural a la Laurita en su pieza que me está quedando ma-ra-vi-llo-so. Pato le pintó una flor que quedó bella. Llegó su mudador y lo más lindo es la cunita: es la misma que ocupó mi Pato cuando nació, está pintadita de blanco y se ve taaaan dulce. Parece como de cuento.

Pero creo que en este embarazo lleno de paz que he tenido, una de las cosas que más me han emocionado ha sido la cita con Anita, la matrona asignada. Estuvimos casi 45 minutos con ella hablando del apego y puras cosas entretenidas, yo sentadita en un sillón con mi guata monitoreada. Laura nada. No se movía, y sus latidos no superaban los 140. Anita me apretaba la guata "uy que está floja esta Laurita" decía y ella nada, muy quietita. Al minuto 30, Pato decide hablarle... ¡y su corazón se disparó! subió a 150, 160, 165 fue tan impresionante que de sólo acodarme se me llenan los ojos de lágrimas de nuevo. ¡¡¡Liiiinda!!! reconocía la voz de su papá y se le aceleraban los latidos.

Aquí se ve el cambio de cómo venían sus latidos y la diferencia cuando Pato le habla.


Ese es él. Mi Pato. El papá de la Laura. Cercano, comprometido y 100% presente en la vida intrauterina de su hija. Tanto, que a veces me conmueve. No podría haber alguien mejor y Laurita es una bebé afortunada. Gracias a la vida por eso.

Bordeando la semana 32...

Este va a ser un post de quejas.

Hace un par de semanas, me encuentro transitando por una de las fases más incómodas de este regaloneado embarazo. Dolores y achaques diarios, me mantienen con la cabeza puesta en el "vaso medio vacío" de este estado. Mi Pato se desvive por hacer de estos meses un estado de paz y amor, pero me ha resultado complicado no focalizarme en el cuerpo.

Comenzó a dolerme la cola hace 3 semanas y el dolor se a sumado al del pubis (pubalgia). Solo se pasa estando acostada e inmóvil, porque cuando me intento parar se activan los circuítos nerviosos recordándome que ahí está la incomodidad.

En el consultorio llegó la orden de aumentar mi rendimiento. Esto significa que antes disponía de una hora por paciente. Ahora veo niños cada 30 minutos. Me cuesta explicar a otros la frustración que esto me ha provocado, sintiendo que nuevamente estos niños, los que tienen poco acceso a atenciones de calidad, se transforman en una simple estadística: Claro: la psicóloga que antes atendía 8 niños diarios, hoy atiende 16... ¿que eficiencia no?

La semana pasada fuimos a control médico y ya debo empezar a ver al gine cada 3 semanas. Subí sólo 800 gramos y me felicitó. He hecho mis esfuerzos.

Ayer estuvo de cumple mi Pato. Lo celebramos en compañía de ex compañeros de colegio. Me he dado cuenta últimamente lo distinto que es carretear sin alcohol. Me gusta, pero me siento bien alejada de algunas conversaciones.

Eso por ahora, trataré de ser más frecuente en mis posteos.

Setiembre a mil

Este mes ha sido intenso. Hemos tenido la visita de mucha gente que queremos (mi amiga Monka, la mamá del Pato, Guari, Gina, Jessica) lo que nos a llevado a pasear, reirnos, cocinar rico y tener actividades entretenidas.

La semana del 18 vino la abuelita paterna de la Lau. La fuimos a buscar al aeropuerto y nos fuimos a comer al Majestic. Comida india ¡que no probaba desde que se vino de Japón! estaba muy pero muy contenta celebrando su cumpleños en ese restaurant que además de ser una belleza es una delicia. El viernes Pato cocinó lassaña de verduras y todos dormimos siesta. El sábado partimos a Santa Cruz y Lolol a un paseo muy dieciochero. Almuerzo en la Hacienda Lolol, recorrido por el museo de Colchagua y compras donde la Marta Morrison, cuya orfebrería me mata.

La verdad yo estaba medio nerviosa con la venida de la tía. Rollos míos con ese afán de caer bien. Aunque mi fin último era que ella viera a mi Pato feliz. Y eso no era un desafío, porque él lo es. Así que finalmente me relajé. La fuimos a dejar al aeropuerto el domingo a medio día y les mandé una tarta de manzana de una pastelería orgánica espectacular que conocemos, para que comieran rico allá.

Ayer me junté con unas ex compañeras de la Católica. Mucha guagua y embarazo, porque todas andamos en la misma frecuencia. Todas (embarazadas y madres) habían tenido embarazos atroces, mucha angustia, náuseas y vómitos horribles. Me sentía una bicho raro diciendo "me siento mejor que nunca". Y es que así estoy. Feliz como pocas veces en mi vida, saludable, energizada, en paz. Mi Laura ha tenido un desarrollo intrauterino cargadito al amor, a la alegría, a las risas y la armonía. Ojalá todos los bebés que nacen en este mundo tuvieran la oportunidad de desarrollarse de la misma manera.

Mamá acuática

Ayer fui a gimnasia acuática para embarazadas. B-A-C-A-N. La verdad es que me cuesta romper la inercia y movilizarme a hacer ejercicio. Pero ayer, luego de que me metí en el agua, sentí un placer extremo. Los ejercicios son suaves, pero aún así cansan. Se nota la menor capacidad aeróbica y todo es mas lento. M gusta porque me ayuda a alinear la mente con el cuerpo. Mi energía anda a full y la guata no me acompaña en mis planes. El agua me ayuda a hacer eso más patente.

Estamos felices. Laura & me.

Cambios

Laurita mide 30 cm y pesa 700 grs. Se mueve bastante y es especialmente activa después de las 12 del día. Se mantiene despierta y movediza hasta como las 10 de la noche, hora en que me pongo a ver "¿Dónde está Elisa?" No se si es coincidencia, pero cada vez que se mueve, le digo al Pato que ponga su mano y me guata y deja de moverse. Mi hipótesis es que Pato la calma. Ojalá sea así. Al menos ese es el efecto que él tiene sobre mi.

Subí 2.200 grs. entre un control y otro. MAL. Me fui al chancho comiendo este mes y Mayerson me miró feo. Me tendré que cuidar no más. Este fin de semana llega la mamá de Pato y tenemos planeado llevarla a comer comida india al Majestic y el sábado ir a pasear a Lolol y Santa Cruz. Entrete, pero puras tentaciones ricas dieciocheras.

La pega está intensa, harto paciente que no falta y al final del día me siento bien cansada. Me vengo a las 5 del consultorio y en el auto hago miles de planes: ir al cine con el Pato, ir a ver plantas, diseñar lo que vamos a pintar en la pieza de Laurita, ver una película en DVD. Pero el cuerpo no me acompaña. Estoy más cansada y todo me da flojera y me da rabia porque pienso que me carga la gente floja y yo no SOY así. "ESTOY así" me repito, pero la autoexigencia a veces me la gana. Como lo que me pasa con mi memoria. Todo se me olvida. Si mandé un mail, si guardé mi colación, si le eché sucralosa al té. Me da rabia. El otro día no le mandé almuerzo a la Amanda y me puse a llorar cuando me di cuenta que se me olvidó.

El lunes pasado nació Ema. Mi tercera sobrina hija de mi hermanito Pelao. El domingo fuimos a almorzar a la casa de ellos y a las 3 AM empezó con el trabajo de parto. Es como magia lo de los nacimientos. Eso de que hasta unos minutos antes estaba la Emita nadando en la guata y después afuera. Milagroso. Ayer nació la guagua de una amiga y me llamaron para contarme y me puse a llorar de alegría. Así estoy. Exageradamente sensible.

Me metí a gimnasia acuática para embarazadas en el centro Rayuela. Quiero puro meterme al agua con la guata y flotar con Laurita a cuestas.

Update

Tiempo sin escribir. Estoy con un nivel de pega bastante más acelerado que antes, con harto paciente descompensado (¿será la cercanía con la primavera digo yo?) y recuperando mis días de licencia en el Consultorio.

Santiago esta semana ha estado muy caluroso. Mucho sol y temperaturas de 26 y 29 grados. Con eso he tenido que ponerme poleritas y se me marca más la guata y eso me gusta mucho mucho.

La ecografía anterior confirmó la existencia de Laurita en un 100%. Me refiero a que no es niño. Desde ahí he tenidos sueños super raros e intensos con la guagua. Que nace y que le doy pecho y que en vez de leche me sale sangre. No tenía miedo y decidía dejarlo en secreto sin contarle al Pato ni a nadie. Supongo que me daba miedo-vergüenza de que encontraran que era una mala nodriza. Otra vez soñé que mi guagua recién nacida tenía el pelo hasta la cintura de largo. Negro y crespo, onda Illapu. La encontraba ridícula y pensaba "¿que van a decir mis amigas?". Una reflexión que no es muy frecuente en mi , eso de andar preocuoada de qué van a decir los demás.

También soñé que me casaba con el Pato. Así de blanco y con el show. Raro también, porque no soy católica y me llama cero la atención casarme con invitados vestidos como para entrega de premios Oscar, red carpet, la ilglesia y eso. Más bien haría un asado de día con piscina y niñitos revoloteando por el patio.

El departamento está cada día más armado y lindo. Todo menos la pieza de mi Laura que es la bodega de la casa. Se supone que deberíamos empezar a bajar las cajas ya que Pato terminó de hacer una repisa (que le quedó bien top a todo esto) en la bodega. Decidí que le voy a pintar la pieza y voy a hacerle dibujos en la pared. Tengo ganas de que tenga una decoración que evoque naturaleza, animales y muchas plantas y flores.

Ya. me puse al día. El miércoles cumplo 6 meses de embarazo. Qué emoción.

Pato


Este post está dedicado completamente a mi dulce compañero y papá de la Laurita.

Yo jamás en mi vida había conocido un hombre como él. Y debo admitir que he conocido bastantes. Tiene muchas cosas buenas (inteligente, cariñoso, discreto, respetuoso, leal, comprometido) pero sin duda tiene una cualidad que a mí no deja de conmoverme: su participación en las tareas domésticas. Criada yo en una familia bien machista, hombres como él no son fáciles de advertir.

Por ejemplo, Pato es quien se encarga de la cocina. Y no de esa manera como que "su hobbie es cocinar" que por lo general significa que hace platos ricos en algunas ocasiones. No. Pato es quien cocina de lunes a domingo, lava la loza, dispone de las compras, ordena y limpia. Y no contento con aquello, TODAS las comidas que sirve (las cotidianas, de lunes a domingo) son presentadas como de restaurant. Aunque sea un plato de lentejas. ¿Cómo no amarlo?

Además de todo, Pato es ordenado. Pero ultra ordenado. Todas las cosas en su lugar. Sin ser apestoso de maniático. Agreguémosle a esto que con el embarazo y la presencia de no-se-qué- hormona, mi memoria está cada vez más frágil. Tomo un vaso y lo dejo en cualquier parte. El teléfono en el refrigerador, mis remedios en la terraza. Y no es broma. ¿El?, sonríe pacientemente, recoge mis olvidos, ordena mis desastres. Porque además estoy más torpe. Se me caen los vasos, la comida y los papeles.

Con esto de mi reposo absoluto (y mi vida como en un "Reality" como me dice la Amanda, porque estoy encerrada y observada) Pato es quien ha tenido que hacer todo. Y lo hace feliz. Se levanta al alba, hace desayuno, se ducha, ordena, deja encaminado el almuerzo y se despide con un beso antes de ir a dejar a la Mandi al colegio. Me escribe mensajes cariñosos por messenger y llega a la 1 a ponerse delantal y traerme almuerzo gourmet. Con todo esto, ¿es posible no amarlo?
Por esto, y por mucho más, este post va dedicado a ti.

Reposo Absoluto

Me quedé helada. Fuimos al doc y resulta que tengo que hacer reposo EN CAMA por 12 días. No lo puedo creer. Nunca había tenido una licencia tan larga. Además de tomar antibióticos y otros remedios.

Bordaré, leeré, y me veré toda la temporada de True Blood. Mi serie preferida por estos días. No siempre se tiene la oportunidad de hacer reposo obligado.

Susto

Ayer había tenido un día redondito. Pacientes hasta las 10 y luego reunión con el equipo del Chile Crece Contigo revisando estadísticas, riéndonos y hablando de los miles de casos que atendemos.

A las 16:30 voy al baño y me doy cuenta que estaba sangrando. Bastante.

"Voy a llamar a la matrona, Pato viaja a Concepción, voy a llegar a la casa, esperar que se vaya tranquilo y me voy a la clínica". Bajé y me fui donde la Natalie, la matrona de mi equipo, le conté y me dijo: "ándate a urgencia. De inmediato". Me dieron ganas de ponerme a llorar, todos se preocuparon, me fueron a dejar al auto. Llamé al Pato para contarle y que nos encontrábamos allá.

15 minutos me demoré desde Independencia hasta la Alemana. Lloraba por el camino, tenía contracciones que me dolían. Le hablaba a la guagua, que por favor se quedara, que la quería conocer, que no se fuera de mi.

Llegué llorando, y me estacioné al lado de las ambulancias. El guardia llamó a un camillero que me llevó en silla de ruedas hasta el cuarto piso y me dijo que le dejara el auto, que él se encargaba. Llanto y más llanto. El Pato no llegaba y yo no paraba de llorar. "Todo va a salir bien, dígale que no se apure, que no salga todavía, me decía". Apareció mi Pato tranquilizador. Entramos, me acosté en la camilla y sólo me hacía cariño, me miraba y me susurraba que todo iba a salir bien, que no era necesario angustiarme.

Llegó el doc de urgencia, sólo quería que me hiciera la ecografía y ver que mi guagua estaba bien. Y así lo estaba. "Latidos perfectos, se está moviendo, está muy bien". Respiramos aliviados. "Fue un desprendimiento de un trocito de la placenta. Reposo y mañana a ver a Mayerson".

La sensación de posibilidad de pérdida fue espantosa. Pensaba en qué pasaría si la perdía. Si la Laurita se nos iba tan chiquitita. De su pieza. De su nombre. De todos los recuerdos que ya hemos creado de ella, las imágenes en nuestros brazos, la juguera que compramos para hacerle comida. De sus zapatitos. De mi cuerpo cambiado para ella. De mi corazón más grande. De las manos de mi Pato cuando tocan mi guata.

Pero no. Ahí está y sólo nos hizo pasar un susto. Con 25 cm. ya me hizo llorar de miedo.

And she moves

Desde hace 1 semana exactamente que la Laurita se mueve. Y no poco.

El día antes de la mudanza, el día mismo del cambio, mientras estoy con pacientes, cuando alego con la vendedora de las cortinas, cuando el Pato se enoja porque algo no le resulta. Se mueve siempre. Una noche desperté sólo con sus movimientos.

Es rico sentirla, pero es rara la sensación.

Ya me levanto menos al baño por las noches, pero en las mañanas mi vejiga es un desastre. Cero capacidad de contención. Me aburre y me da frío, especialmente en el consultorio. Porque hay que decirlo: es bastante ridículo salir del baño, llegar a mi escritrio y volver a tener ganas de ir. Inmediatamente. Y cuando voy, hago como si no hubiese hecho como en 3 horas.

Resumen: feliz porque tengo más guata, porque se mueve y porque estoy en casa nueva.

17+1

Aún con poca guata.

Hoy es feriado y con Pato igual nos despertamos a las 6. Qué rabia que nos da. Fines de semana, y feriados despertándonos al alba aún sin despertador.

A las 9 nos entregan unos muebles de la cocina que mandamos a hacer y vamos a pintar entre todos la pieza de la Mandi.

Mi desayuno es un pan pita con tomate y quesillo y 1 té. Quiero comerme una marraqueta con mantequilla y queso. En el control pasado subí 1 kilo y medio, Mayerson me "retó" y me dio rabia.

Igual ando feliz. Comiéndome mi fruta, mi barrita de cereal, la leche, el pescado, la lechuga y el tomate. Puedo comer variado y sano. No tengo náuseas y me gusta toda la comida. Tengo mi refrigerador lleno, conozco lo básico de nutrición y tengo los medios para comprar comida rica y de bajas calorías. Con el embarazo y el Chile Crece Contigo me he vuelto ultra conciente de las condiciones en las que vivo.

¡Asómate rápido!

Mi guata

Quiero tener más guata de la que tengo.

Aunque crece cada día, se siente un bultito más grande, quiero verme como las embarazadas que esperan en la consulta del doc.

Ayer fuimos donde Mayerson y me preguntó si te sentía y le dije que no. Se supone que ya debiera empezar la actividad la semana 18. Tengo 16. Estoy bastante ansiosa.

Ando de mejor ánimo que nunca. Feliz. Me acompaña durante todo el día una "felicidad basal" que me deja inmune a cualquier angustia, miedo o mala onda.

Tu papá hoy va a firmar la escritura del departamento nuevo y estamos tan contentos. Vendimos el comedor, el refrigerador, living, comedor. A las 10.30 me junto con una persona que nos va a hacer una asesoría de fengshui. Qué entrete.

El día está frío e iluminado. Cielo azul, mucho sol. Días de invierno soleados, ideales para caminar junto a ti, calientita en mi guata.

Privilegiada

Hace algunas semanas había ido a hacer una visita domiciliaria a la casa de una pacientita peruana de 6 años, su hermanito de 3 y su mamá embarazada de 7 meses. Tuve que contenerme las lágrimas durante la hora que estuve ahí y escuchar a esa mamá decirme que nunca había estado "ni con 100 pesos en los bolsillos" para darle comida a sus hijos. Dormían los niños en una colchoneta de 5 cm de espesor en un suelo duro y húmedo, cubiertos por chaquetas y ella con su pareja en la cama de 1 plaza, que se iban turnando para que también los chicos pudieran dormir en algo más abrigado.

Salí de ahí y en el camino a la casa llamé al Pato y me puse a llorar. Confundida, con una mezcla de emociones que pasaban por la compasión más absoluta, el agradecimiento de no pasar por eso, la rabia-culpa de sentir que yo tenía tanto y ellos tan poco.

Hoy, fui a ver una mujer peruana embarazada de 3 meses y su hija de 4. Si la casa anterior me dejó helada, esta superó todo lo que había visto. Colchoneta de espuma, suelo de tierra y sobre éste una alfombra húmeda. Perros dando vuelta y una madre anestesiada por la miseria. Sin cuestionamiento, sin queja, sin pedir ayuda. No se si lo más terrible fue ver la pobreza o la actitud de esa mamá desvitalizada.

Me volví a mi casa. Agradecida. Agradecida de tener lo que tengo. Del calor del abrazo de mi Pato y mi Amanda. De la comida y de la estufa. Agradecida de tener este trabajo que me permite ecualizar mi mirada y darme cuenta de que soy privilegiada y que sólo debo agradecer. Agradecer y ayudar a quienes están en una situación desventajosa, vulnerados en sus derechos.

Ayer

Tu papá me hizo cazuela y casi me morí de emoción. Adoro la cazuela y estaba deliciosa, me comí todo todo todo, supongo lo habrás notado.

En la tarde el pobre murió de flojera. Repartió su tiempo equitativamente entre dormir y comer. Mientras yo bordaba.

Esos son nuestros domingos. Tranquilos y regaloneados.

80% niñita


Partimos tranquilo-nerviosos a la segunda eco. Nos habían cambiado el imagenólogo. El de ahora es de apellido Valentini.

Nos habían pasado el dato de comer chocolate minutos antes para que te movieras y el pobre doc estaba loco tratando de encontarte. "Está movediza esta guagua". Ahí estabas: loquita, te dabas vuelta, te ponías las manos en la cara. No me di cuenta como me puse a llorar (era que no) emocionada. Es que las eco son emocionantes, encuentro yo.

Todo perfecto, las medidas de tus huesos, tus 5 deditos por mano, mi útero, las paredes.

"¿Quieren saber el sexo?" "siiii". Empezó con una cháchara bla bla bla, que los genitales, que la predicción con 14 semanas... finalmente "en esta fecha podemos decir con un 80% de posibilidades que es una niñita" (ay, me acuerdo y me emociono). Pensaba que eras hombre y fue como un sorpresa enorme. Ahí estabas. Linda preciosa en un 80%. Lindo precioso un 20%.

Tu papá mandó un mensaje en el acto a la Lore (tu tía de Concepción y mamá de tus dos primas Isidora y Julieta) . Yo llamé a mi hermano y él si que estaba feliz. Tu prima va a nacer en septiembre: con la Bea tenemos el mismo ginecólogo (Mayerson) y ahora el mismo imagenólogo. "Van a ser yuntas". Tu hermana Amanda, cuando la llamé por teléfono se escuchó un "¡¡siiiiiiiii!!" Ella está feliz.

Tu papá paciente y tranquilo. Emocionado por dentro, tranquilo por fuera. Así es él. Sereno. Me pone tan feliz que él vaya a estar desde siempre en tu nacimiento, en el parto. Yo que soy ansiosa e hiperventilada y él me va a calmar. Es ultra ordenado y planificado, nunca deja nada al azar y esa es una de las cosas que más amo de el (además de que cocina maravillosamente, que es un tierno regalón y amoroso, hogareño y respetuoso).

Vienes a este mundo rodeada de amor.

La Eco de las 14

Estoy nerviosa. No tanto, pero suficiente. Mañana nos haremos la eco de las 14 semanas, la que diagnostica problemas neurológicos, síndrome de down. Me convenzo que todo estará bien, pero igual estoy nerviosilla.

Hace una semana tu papá fue a Concepción por 2 días. En la noche, estaba sola en la cama y me toqué la guata y por primera vez sentí la redondez típica por sobre la pelvis. Esta semana me toco la guata a cada rato y por las tardes la siento más dura. Además de que me hincho bastante después de las 18 hrs., me gusta la sensación de sentirme más embarazada que por las mañanas.

Ando sensible y cualquier cosa que hable de nacimientos, partos y guaguas me hace llorar. Como ahora, que ya se me humedecieron los ojos como por cuarta vez en el día.