Setiembre a mil

Este mes ha sido intenso. Hemos tenido la visita de mucha gente que queremos (mi amiga Monka, la mamá del Pato, Guari, Gina, Jessica) lo que nos a llevado a pasear, reirnos, cocinar rico y tener actividades entretenidas.

La semana del 18 vino la abuelita paterna de la Lau. La fuimos a buscar al aeropuerto y nos fuimos a comer al Majestic. Comida india ¡que no probaba desde que se vino de Japón! estaba muy pero muy contenta celebrando su cumpleños en ese restaurant que además de ser una belleza es una delicia. El viernes Pato cocinó lassaña de verduras y todos dormimos siesta. El sábado partimos a Santa Cruz y Lolol a un paseo muy dieciochero. Almuerzo en la Hacienda Lolol, recorrido por el museo de Colchagua y compras donde la Marta Morrison, cuya orfebrería me mata.

La verdad yo estaba medio nerviosa con la venida de la tía. Rollos míos con ese afán de caer bien. Aunque mi fin último era que ella viera a mi Pato feliz. Y eso no era un desafío, porque él lo es. Así que finalmente me relajé. La fuimos a dejar al aeropuerto el domingo a medio día y les mandé una tarta de manzana de una pastelería orgánica espectacular que conocemos, para que comieran rico allá.

Ayer me junté con unas ex compañeras de la Católica. Mucha guagua y embarazo, porque todas andamos en la misma frecuencia. Todas (embarazadas y madres) habían tenido embarazos atroces, mucha angustia, náuseas y vómitos horribles. Me sentía una bicho raro diciendo "me siento mejor que nunca". Y es que así estoy. Feliz como pocas veces en mi vida, saludable, energizada, en paz. Mi Laura ha tenido un desarrollo intrauterino cargadito al amor, a la alegría, a las risas y la armonía. Ojalá todos los bebés que nacen en este mundo tuvieran la oportunidad de desarrollarse de la misma manera.

Mamá acuática

Ayer fui a gimnasia acuática para embarazadas. B-A-C-A-N. La verdad es que me cuesta romper la inercia y movilizarme a hacer ejercicio. Pero ayer, luego de que me metí en el agua, sentí un placer extremo. Los ejercicios son suaves, pero aún así cansan. Se nota la menor capacidad aeróbica y todo es mas lento. M gusta porque me ayuda a alinear la mente con el cuerpo. Mi energía anda a full y la guata no me acompaña en mis planes. El agua me ayuda a hacer eso más patente.

Estamos felices. Laura & me.

Cambios

Laurita mide 30 cm y pesa 700 grs. Se mueve bastante y es especialmente activa después de las 12 del día. Se mantiene despierta y movediza hasta como las 10 de la noche, hora en que me pongo a ver "¿Dónde está Elisa?" No se si es coincidencia, pero cada vez que se mueve, le digo al Pato que ponga su mano y me guata y deja de moverse. Mi hipótesis es que Pato la calma. Ojalá sea así. Al menos ese es el efecto que él tiene sobre mi.

Subí 2.200 grs. entre un control y otro. MAL. Me fui al chancho comiendo este mes y Mayerson me miró feo. Me tendré que cuidar no más. Este fin de semana llega la mamá de Pato y tenemos planeado llevarla a comer comida india al Majestic y el sábado ir a pasear a Lolol y Santa Cruz. Entrete, pero puras tentaciones ricas dieciocheras.

La pega está intensa, harto paciente que no falta y al final del día me siento bien cansada. Me vengo a las 5 del consultorio y en el auto hago miles de planes: ir al cine con el Pato, ir a ver plantas, diseñar lo que vamos a pintar en la pieza de Laurita, ver una película en DVD. Pero el cuerpo no me acompaña. Estoy más cansada y todo me da flojera y me da rabia porque pienso que me carga la gente floja y yo no SOY así. "ESTOY así" me repito, pero la autoexigencia a veces me la gana. Como lo que me pasa con mi memoria. Todo se me olvida. Si mandé un mail, si guardé mi colación, si le eché sucralosa al té. Me da rabia. El otro día no le mandé almuerzo a la Amanda y me puse a llorar cuando me di cuenta que se me olvidó.

El lunes pasado nació Ema. Mi tercera sobrina hija de mi hermanito Pelao. El domingo fuimos a almorzar a la casa de ellos y a las 3 AM empezó con el trabajo de parto. Es como magia lo de los nacimientos. Eso de que hasta unos minutos antes estaba la Emita nadando en la guata y después afuera. Milagroso. Ayer nació la guagua de una amiga y me llamaron para contarme y me puse a llorar de alegría. Así estoy. Exageradamente sensible.

Me metí a gimnasia acuática para embarazadas en el centro Rayuela. Quiero puro meterme al agua con la guata y flotar con Laurita a cuestas.