Bordeando la semana 32...

Este va a ser un post de quejas.

Hace un par de semanas, me encuentro transitando por una de las fases más incómodas de este regaloneado embarazo. Dolores y achaques diarios, me mantienen con la cabeza puesta en el "vaso medio vacío" de este estado. Mi Pato se desvive por hacer de estos meses un estado de paz y amor, pero me ha resultado complicado no focalizarme en el cuerpo.

Comenzó a dolerme la cola hace 3 semanas y el dolor se a sumado al del pubis (pubalgia). Solo se pasa estando acostada e inmóvil, porque cuando me intento parar se activan los circuítos nerviosos recordándome que ahí está la incomodidad.

En el consultorio llegó la orden de aumentar mi rendimiento. Esto significa que antes disponía de una hora por paciente. Ahora veo niños cada 30 minutos. Me cuesta explicar a otros la frustración que esto me ha provocado, sintiendo que nuevamente estos niños, los que tienen poco acceso a atenciones de calidad, se transforman en una simple estadística: Claro: la psicóloga que antes atendía 8 niños diarios, hoy atiende 16... ¿que eficiencia no?

La semana pasada fuimos a control médico y ya debo empezar a ver al gine cada 3 semanas. Subí sólo 800 gramos y me felicitó. He hecho mis esfuerzos.

Ayer estuvo de cumple mi Pato. Lo celebramos en compañía de ex compañeros de colegio. Me he dado cuenta últimamente lo distinto que es carretear sin alcohol. Me gusta, pero me siento bien alejada de algunas conversaciones.

Eso por ahora, trataré de ser más frecuente en mis posteos.