Es todo

Es la PSU y el 2010 de la Amanda.
Es dormir a saltos y cada 3 horas horas por las noches.
Es la rutina. La eterna rutina que te da un día sin mayor novedad.
Es la escasa disposición de mi tiempo. Es ducharme mientras duerme, ir al baño apurada.
Es Santiago con sus más de 30 grados que hace que las tardes sean soporíferas, eternas y predecibles.
Es la hipersensibilidad a cualquier comentario, es la lágrima que sale sin control que me deja vulnerable y cansada.
Es no saber qué ropa usar, porque todavía nada me cabe.
Es estar, constantemente, adolorida. La espalda, mis pezones, las piernas.
Es tener hambre y que nada, nada me apetezca.

Pero también es su olor. Olor a nueces, a yogurt de frambuesa. A MI hija. A NUESTRA Laura.
Es mi Amanda y que mientras se arregla para salir, pasa a darle un beso a esta Lau y me la pide de regalo, "mamá por favor, dámela".
Son sus ojos, que cuando se fijan en los míos dejo de sentir hambre, frío o calor. Me sumerjo en el oceano de amor que representa su existencia, sus manos, sus uñas, su piel.
Son mis amigas que me mandan mensajes, me llaman y me felicitan por la llegada de mi segundo sol.
Y es mi Pato. Que con infinita paciencia la acuna, la muda y todavía tiene tiempo para besarme y decirme que estoy hermosa. Que SOY hermosa. Que soporta mis cambios de humor y me inventa paseos y viajes, en un mundo donde todo es posible.
Y son sus abrazos. Esos que me transportan a la tranquilidad que sólo él me sabe dar, y que al final del día, agradezco, porque son la firmeza que necesito para sobrellevar este periodo. y porque nuevamente, de eso, debo estar agradecida.
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